
En medio de los festejos por ganar el MVP (jugador más valioso, según sus siglas en inglés), Shai Gilgeous-Alexander no se olvidó de los suyos. “No podría haberlo hecho sin mis compañeros. La cantidad de victorias que sumamos es, probablemente, la razón por la que gané el MVP”.
Detrás del trofeo, las cifras, propias y de su equipo, asombran: 32,7 puntos por partido, el mejor balance de la temporada con 68 victorias y 14 derrotas para Oklahoma City Thunder, y un tipo de juego que recuerda a una era pasada del baloncesto.
El entrenamiento secreto detrás del MVP
En una NBA dominada...