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Tras el empate 1-1 de Colombia frente a Argentina en Buenos Aires, el técnico Néstor Lorenzo no solo habló de táctica y rendimiento, también dejó un mensaje directo para los hinchas colombianos, especialmente para los que asisten al estadio Metropolitano de Barranquilla. Su reclamo: la falta de apoyo constante al equipo nacional cuando el gol no llega en los primeros minutos.
“En Barranquilla, cuando pasan 20 minutos y no hiciste un gol, la gente se inquieta, no alienta”, expresó el técnico argentino en la rueda de prensa posterior al encuentro. Sin señalar exclusivamente a la ciudad, Lorenzo matizó que los asistentes al Metropolitano llegan de todo el país, pero fue claro en su llamado a un respaldo más firme y sostenido.
Barranquilla, entre el calor y la presión
La capital del Atlántico ha sido, por años, sinónimo de casa para la selección de Colombia. Su clima, su gente y su historia la convirtieron en un fortín difícil para los rivales. Sin embargo, el comentario del entrenador pone el foco en una posible grieta entre la expectativa de la hinchada y la dinámica real de los partidos.
En una Eliminatoria tan apretada como la sudamericana, Lorenzo recordó que el apoyo no puede condicionarse al marcador: “Es muy difícil la Eliminatoria, no es normal meterle tres o cuatro goles a un rival. Lo que puedo decirle a la gente es que apoye y tenga fe, es muy fácil alentar con el resultado 2-0 a favo. El verdadero hincha apoya cuando las cosas están mal”.
Más allá del análisis emocional, el técnico cafetero no escatimó elogios para Luis Díaz, autor del gol colombiano. “Hizo un partidazo… el mejor”, sentenció. La apuesta de ubicar al guajiro en una posición más centrada rindió frutos, y aunque el empate llegó tras una jugada confusa, el planteamiento táctico pareció acertado ante una Argentina dominante en posesión.
“El partido se dio como lo imaginábamos. Cerramos los espacios y salimos rápido. Me quedo con la sensación de que pudimos ganar”, agregó Lorenzo.
Con los ojos en el Mundial 2026
El empate deja a Colombia en una posición expectante, aun sin asegurarse un cupo al Mundial de Norteamérica 2026. Pero el DT se mostró optimista: “El año pasado no imaginábamos pelear hasta la última fecha. Este equipo mostró jerarquía de visitante”.
También aprovechó para lanzar una crítica al arbitraje y reconocer la intensidad del juego: “El árbitro permitió cosas que no debió permitir… fue un partido muy disputado”.
Más allá del resultado, el mensaje de Néstor Lorenzo apunta a algo más profundo: la necesidad de cohesión entre equipo y afición. En una plaza como Barranquilla, que ha sido sinónimo de apoyo incondicional durante décadas, el llamado no es menor. El reto no solo está en la cancha, también en las gradas.
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