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Nacho Mateo es CEO de South Summit y también tiene una tarea en IE University: liderar desde 2017 la estrategia de internacionalización y crecimiento de las iniciativas de emprendimiento de la institución académica, que tiene como base una de las escuelas de negocios mejor ranqueadas de Europa. Pero, además, también lleva puesto otro sombrero de esos que visten los que deben llevar las riendas de un negocio: “Ha consolidado la Startup Competition de South Summit como una plataforma global para emprendedores, al tiempo que ha trabajado activamente en la expansión de la red internacional de inversores y otros stakeholders”.
Mateo trabajó como abogado corporativo en el Departamento de Derecho Internacional del bufete japonés Anderson Mori & Tomotsune, en Tokio, y fundó la compañía Nax Technologies. Entonces, en medio de la efervescencia de este evento, en el ya caluroso Madrid, nos sentamos a conversar para Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador, sobre la base de lo que viene para este evento que es cada vez más internacional, que está próximo a llegar a los 15 años, cuenta con el apoyo del mismo Rey de España, Felipe IV, quien estuvo aquí en la inauguración oficial, y tiene la meta de conectar cada vez más ecosistemas globales a un solo lugar, para que el emprendimiento no tenga límite. De eso le preguntamos y esto nos contestó:
Nacho fue recientemente nombrado Consejero delegado de South Summit. ¿Hacia dónde se va a mover este barco de negocios e innovación en medio de tantas tormentas económicas globales?
Pues es muy buena pregunta. La verdad que vamos a hacia un rumbo internacional, es decir, nosotros llevamos 14 ediciones en South Summit (Madrid) y la sensación que seguimos teniendo es que la empresa todavía está empezando.
Creemos es que el éxito de South Summit radica en la unión entre ecosistemas de todo el mundo.
Ah, ¿sí?
Sí, la verdad que sí, la verdad que tenemos ese espíritu de seguir aspirando a todo, es cierto que hace 4 años iniciamos la segunda edición de South Summit en Latinoamérica, en Brasil, con Puerto Alegre, que la verdad que ha sido una réplica espectacular y un éxito increíble y hacia donde vamos es a seguir internacionalizando.
Creemos es que el éxito de South Summit radica en la unión entre ecosistemas de todo el mundo, en tener delegaciones de todos los países, en que los emprendedores interactúen con otras regiones y habran nuevos mercados, y con ese foco vamos a seguir ampliando, por un lado, la presencia internacional que tenemos aquí en Madrid, porque cada año aspiramos a crecer en cuanto a volumen porque nosotros lo que queremos es curar mucho ese networking de calidad y que no sea un ambiente de 50.000 personas donde el network se dificulta mucho. Pero cada vez con más porcentaje de asistencia internacional, cada vez con más emprendedores de otros ecosistemas, más delegaciones, eso para lo que tiene que ver con internacionalizar las ediciones actuales, y, por otro lado, también abrir nuevos Summits en otras regiones del mundo. Ahora donde estamos apostando mucho es a Corea, hemos abierto el año pasado una primera edición más pequeñita, más verticalizada, pero la idea es, poco a poco, escalar esa edición en Corea. Y, además, también estamos apuntando a Midle East, África y Norteamérica.
Ustedes alguna vez fueron a Colombia. Tenía que ver con la Alianza del Pacífico. ¿Eran versiones itinerantes? ¿Qué pasó? ¿Por qué no siguieron allí?
Esas eran versiones verticalizadas, o sea, digamos, lo que hicimos antes de empezar la expansión internacional, digamos, replicando un South Summit global como el que hacemos aquí en Madrid, la primera vez a este volumen fue en Brasil, previamente como tú muy bien dices, hicimos dos ediciones más pequeñas, más verticalizadas, en Bogotá, efectivamente. Estuvimos también en México y esos fueron un poco un testeo de ver si podíamos crecer allí interrumpidamente. Pero a nivel de financiación, a nivel de, digamos, apoyo gubernamental, no conseguimos tampoco que eso cuajase en la medida de un compromiso a largo plazo, y, sobre todo, apuesta con suficientes ‘partnerships’ como para que eso se convirtiera en South Summit. Desde luego, la experiencia en Bogotá, los 2 años fue maravilloso, en México también fue maravillosa, en Buenos Aires también hicimos uno verticalizado pequeñito, pero ya hace 4 años decidimos que el próximo en Latinoamérica sería uno ya grande como el de Madrid.
Ahí aparece Brasil...
Fue entonces cuando hablamos con el gobierno de Brasil y ofrecimos la posibilidad de que fuéramos a Puerto Alegre, entonces por eso iniciamos un poco la parte internacional.
¿Qué está generando el South Summit? Y lo pregunto, digamos, en términos muy generales porque uno siente que en Colombia hay eventos de este tipo, no tan internacionales, pero son similares: espacios donde hay startups que están buscando financiación, unas ponencias en vivo, speakers internacionales, entonces siente uno que están haciendo cosas similares. ¿Cómo se diferencian de los demás y qué impacto están generando?
Esta es una pregunta buenísima, nosotros siempre hemos dicho que South Summit es mucho más que un evento, una conferencia, es decir, por supuesto, tenemos características de 3 días, muchísimos ponentes, 10 escenarios simultáneos, pero lo que siempre ha estado en el centro es ser una plataforma de networking, una plataforma de conexiones, de asegurarnos de que estén lo que consideramos los 3 actores clave del ecosistema: emprendedor con startups tecnológicas, el capital con los fondos, y la gran corporación.
Abre el South Summit con el objetivo de alinear “empresas, humanidad y planeta”
Para nosotros, ese ha sido siempre el ‘core’ de la estrategia y luego lo demás, los speakers del programa. Eso es un “Nice to have”. Pero el ‘core’ y el éxito de Summit es siempre generar oportunidades y conexiones de negocio porque eso hace crecer a las empresas, las empresas generan empleo, y el emprendedor y la empresa generan economía, eso ha sido el foco principal. Quizá nuestro éxito ha radicado mucho en estar siempre enfocados en eso, no tanto solo en el contenido.
El segundo punto que te diría que también es nuestro valor diferencial es la forma con la que hacemos las cosas. Creo que también se nota mucho cuando llegas, la energía de la gente, ese ‘match making’ que tenemos, esa sonrisa que llevamos a todo el mundo, esa dedicación a cada tipo de persona. Esa personalización de la experiencia la llevamos a todos los límites que podemos porque creemos realmente que el asistente lo que necesita es conexiones, es conectar con las personas que le interesan, y nos desvivimos mucho porque todas las personas que vengan encuentren esas conexiones. Luego tenemos speakers de primer nivel, pero de aquí no nos vamos contentos si las personas que han venido no se van con las conexiones de negocio que venían a buscar.
Usa la palabra negocio en reiteradas ocasiones, entonces hablemos de negocios y pongámosle números a esto: asistentes, proyecciones de negocios, etc...
Y si, casos de éxito de estas que han pasado por South Summit. Para nosotros es una de las partes fundamentales, cuando un finalista llega no solo a 3 días de aquí, tienes tu evento y luego nos olvidamos de ti, no. Nosotros monitorizamos cada finalista que ha pasado por aquí, es como si fuera ya un antiguo alumno que se ha graduado, y nosotros hacemos muchísima monitorización después, qué ha ocurrido porque realmente el negocio, la conexión, empieza aquí, pero el negocio se cierra mucho después: de todas las startups que han pasado por la final, oye, cuántas de ellas se han levantado rondas de inversión. Cuántas de ellas tienen ya valoraciones superiores a los millones de dólares, son unicornios y eso es lo que para nosotros son los ‘kpi’s’, el ‘track record’ que ganamos.
Tenemos la suerte de contar ya con 9 unicornios que fueron finalistas South Summit, como ‘Wall a pop’, como Cabify, como Globo, como ‘Wallbox’, esos son los casos en los que nosotros nos vemos muy reflejados de que realmente hemos ayudado al camino de esas ‘startups’ y que las que han pasado por aquí levantan rondas de inversión, levantan capital y cierran acuerdos. Ese es el ‘kpi’ principal. Ahí tenemos muchísima representación: la cifras de ‘US50 billions’ levantados por las startups que han pasado por aquí. Ese es el éxito de haber generado un impacto real. En números, en capital y en acuerdos que se han cerrado. Y luego hay una parte muy importante que también tiene que ver con negocio y que es lo que aportamos a las ciudades donde estamos. Es decir, el valor que nosotros aportamos a una ciudad, la atracción de inversión, es la atracción es la generación de actividad económica durante los días del evento. También lo monitorizamos cada año. PWC hace un estudio en el que analiza cuál es el impacto socioeconómico que deja en la ciudad de Madrid y, carajo, el año pasado fueron 30 millones de euros.
Lo que se dejó en actividad económica en reservas de hoteles en la ciudad de sus días en inversión, que se ha cerrado acuerdos con startups, en empleos generados son unos 3.500 de forma directa e indirecta, pues todo eso, al final, es un retorno que llega a la ciudad. Y un dato que me gusta mucho, contabilizándolo matemáticamente: de cada euro que se ha invertido en South Summit han retornado 4 euros a la ciudad.
El llamado efecto multiplicador...
Un multiplicador, eso a nosotros nos sirve mucho también. Y sobre todo a los gobiernos y a la ciudad de Madrid, que apuesta mucho porque es un retorno para convertir a Madrid en un hub de innovación.
Voy a eso Nacho, porque hablan de ‘emotion’, y además hablan de la teoría de la istración en inversión social, de las 3 o 4 hélices, dependiendo de quién la lea, el Estado o la entidad gubernamental, la sociedad civil, las empresas y la academia como integrador. Parece sencillo y parece obvio, pero no lo hemos logrado, entonces ustedes hablan de ‘emotion’, de movernos todos hacia el mismo, de remar hacia el mismo. ¿Cómo lograr eso más allá del discurso?
Siempre lo hemos dicho, hacer ecosistema, el ecosistema y el éxito del ecosistema de un país no es el éxito de South Summit a solas, es el del tema de unir fuerzas y que cada uno, cada tipo de ‘stakeholder’ se comprometa a aportar ese grano de arena al ecosistema. Desde sus ángulos. La academia es fundamental. O sea, es decir, el lema que es la educación y ya no hablo en la educación universitaria que, ya gracias a Dios, la universidad tiene muchos aspectos de innovación - emprendimiento, ya se fomenta mucho, habló la educación primaria, es decir, yo siempre lo he dicho: a mí, si por algo tuviera que empezar, sería en cambiar el emprendimiento en cualquier país. Es el enseñarle a un chico de 8 años qué es un fondo de inversión, qué es una aceleradora, cómo trabaja un emprendedor y cómo dos chicos pueden montar cualquier tecnología simplemente a nivel de por lo menos animarles a que puedan aspirar en su carrera universitaria, si les gusta eso.
Pero yo, en mi época de universidad, no sabía ni que existía este mundo, entonces a lo mejor si me hubieran dado esa visión muy al nivel básico con 15 años, a lo mejor había optado por entrar directamente en el mundo de emprendimiento, y no irme por derecho, que es mi profesión.
Desde luego hay que cambiar los sistemas educativos y hay que formar a los chicos jóvenes, no digo que todo el mundo vaya a ser emprendedor, hay muchas características de cada uno, pero por lo menos que sepan que eso existe.
Sabes, nuestra educación era, bueno: estudia universidad y ponte a trabajar en un banco, y ese era el éxito profesional en esa época. Entonces yo creo que ahí sí que hay una labor todavía muy importante de empujar desde la academia, desde luego, desde el Estado es fundamental, la regulación a favor de los emprendedores es algo nosotros en España que tenemos la suerte, desde hace 2 años, que se creó la ley de startups, que no es una ley perfecta, pero es una ley de entrada. Se ha intentado escuchar al ecosistema, se ha intentado quitar burocracia a la hora de constituir una compañía, se ha tratado de incentivar fiscalmente, pues a los un chico que están empezando y que no tienen beneficios, pues que no le carguen un 30% de impuestos o 400 euros al mes porque eso les ahoga.
Que comienzan el negocio perdiendo plata...
Ni siquiera tienes dinero ni para fichar a tus compañeros, porque tienes que ofrecir equity de la compañía, pero en cambio, le están quitando fondos, no tiene sentido entonces ese tipo de regulación, sobre todo desregulación. En Europa pecamos y se habla de de exceso de regulación, aquí cualquier persona que quiera montar algo tiene que pasar un proceso burocrático mucho mayor.
Sucede en Alemania, esta mañana lo decían los fondos de inversión...
Exacto, exacto. Entonces la unión en ese sentido, ya en la Unión Europea, hay un debate muy importante en el que se está debatiendo sobre cómo podemos llegar a ser ahora más competitivos. Quizás llega tarde el debate porque ahora mismo con la situación política con China con Estados Unidos, quizás el momento se ha pasado, pero desde luego, ya sí que hay una reflexión y reconocimiento de, oye, deberíamos cambiar estas cosas, el gobierno desde luego es un actor y la academia desde esa forma de tender puentes y luego el sector privado igual, las grandes corporaciones implicándose en la innovación e innovar a través de la estrategi tecnológica. Y nosotros, yo lo veo como que somos realmente el pegamento que une a todos los actores del ecosistema y que les trata de tender puentes para que entre ellos hagan que suba.
Lo rechazaban por “rayado”, así que inventó una plataforma para descubrir talentos
¿Cómo han leído el asunto de la IA, más allá de lo obvio, de chatgpt? ¿Cómo ven ustedes el escenario de la IA usada por las startups, las startups impulsándose a través de IA, las grandes corporaciones son poco tímidas porque no saben qué va a pasar con la IA y los gobiernos tratando de regular porque siempre llegan tarde? ¿Ustedes, qué?
Yo desde luego soy muy optimista con cualquier nueva tecnología que llega, es decir, igual que lo fui cuando llegó internet, en España hay una expresión que no sé si en Colombia se usa, pero “no puedes ponerle puertas al campo”, es una expresión en el sentido de que no puedes tratar de ponerle barreras a algo que ya existe y que va a revolucionar el mundo porque lo va a hacer y estamos, desde mi punto de vista, en el inicio solo de saber hasta dónde puede llegar la Inteligencia Artificial en la automatización en generación, ahora estamos viendo sus aportes en el sector médico, en el industrial, o sea, que creo que la ola que se avecina en los próximos 10 años va a cambiar de arriba a abajo la forma de hacer las cosas, pero eso no implica, yo no lo veo desde un ángulo negativo, vamos a tener que adaptarnos, por supuesto. Pero igual que una agencia de viajes tuvo que adaptarse con el hacía internet y las reservas empezaron a hacerse online. La oficina dejó de estar, no significa que se acaben los viajes, cambia la forma de hacer las cosas y yo lo veo como una herramienta que va a permitir enfocarnos en otras cosas. Los seres humanos, y eso me parece fascinante, no da miedo cada vez que hay incertidumbre. Claro, claro, creo que el potencial que tiene a nivel de ser positivo para la humanidad es espectacular.
Y mira, uno de los temas de emotion, precisamente, uno de los temas que decimos es que hay que abordar la tecnología, pero siempre con ‘humanity’, que es uno de los topics, de los ángulos que tenemos en el programa, y es que siempre la tecnología al servicio del bien colectivo, del humano, con la persona en el centro. nN podemos crear una máquina para quitar los empleos, podemos generar tecnología que permita al ser humano vivir de una forma distinta, entonces eso es un poco el debate que evidentemente hay. Yo soy muy optimista. Yo creo que soy muy fan de las nuevas tecnologías y desde luego creo que al fin y al cabo va a hacer que esto sea positivo para el mundo.
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Por Edwin Bohórquez Aya
