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El miércoles se avanzó en el cuarto (y último) debate de la reforma laboral, el cual se adelanta en la plenaria del Senado. Los congresistas votaron por la ponencia mayoritaria, rechazando así la alternativa que fue presentada por Aída Avella (Pacto Histórico).
La sesión se levantó pasadas las ocho de la noche, tras la aprobación de 17 artículos. Su trámite fue ágil porque cumplen con dos condiciones: provienen del texto previamente avalado por la Cámara de Representantes y no recibieron proposiciones, es decir, ningún congresista presentó objeciones o reparos.
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Las matemáticas de la discusión muestra que faltan 60 artículos por discutir de la ponencia. El problema es que se han presentado unas 220 proposiciones, tanto de congresistas que piden que se ajuste lo contenido en la mencionada ponencia, como de otros que solicitan que se añadan nuevos artículos.
Ante este considerable número de propuestas, la plenaria conformó una subcomisión (integrada por los ocho ponentes) para que se analicen y sinteticen. Se espera que para la sesión de hoy se entregue un reporte de estos diálogos y el empaquetamiento de estas proposiciones.
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Gran parte de estas se relacionan a los siguientes 13 artículos, que son los que más generan tensión y división en la plenaria.
Artículo 2: Según lo explicado por el senador y coordinador ponente, Jhon Jairo Roldán (Partido Liberal), hay un ajuste que se le propuso a este artículo en lo concerniente al sector público. No puntualizó en cuál sería, pero se espera que en la ponencia se haga un ajuste en esta materia).
Artículo 11: Hay división en torno a desde qué hora debe iniciar la jornada nocturna. En la actualidad arranca a las nueve de la noche y se extiende hasta las seis de la mañana. En la ponencia se recogió lo que se aprobó en la Cámara de Representantes, es decir, desde las siete de la noche y hasta las seis de la mañana. El Gobierno, por su parte, pide que sea de seis de la tarde a seis de la mañana.
Artículo 12: En este artículo se cuestiona la posibilidad de una jornada en la que se labora cuatro días a la semana y se descansa tres. Los promotores dicen que estos mecanismos pueden aumentar la productividad del trabajador, al ser un estímulo que fomenta el descanso y la realización de actividades importantes para el trabajador, como compartir con su familia; los críticos de la medida la señalan de precarización, pues en esos días de trabajo se tendrá que laborar más horas, sin que las mismas puedan ser contadas como horas extra.
Artículo 15: La remuneración en los días de descanso sigue sin reunir grandes consensos. La ponencia, al igual que el texto de la Cámara de Representantes, señala que los domingos y festivos deben pagarse con un recargo del 100 % (y no del 75 %, como pasa ahora). Hay quienes consideran que eso es excesivo, teniendo en cuenta la gran cantidad de festivos que tiene Colombia. La propuesta alterna pide que los festivos mantengan su recargo actual.
Artículo 17: Esta es una novedad que se propuso desde el Centro Democrático. Se trata de una prima (adicional a la que se paga en junio y diciembre) que puede ser de hasta el 40 % de un salario mínimo para los trabajadores de empresas que, en el último año, tengan un crecimiento económico de por lo menos el 4 %.
Artículo 23: La ponencia propone que se mantenga el carácter de aprendizaje en los contratos para los estudiantes del SENA, pero reconociéndo la cotización a salud, pensión y riesgos laborales. El Gobierno pide que se le dé un carácter laboral, es decir, también tengan prestaciones como cesantías, vacaciones, primas, caja de compensación familiar… La diferencia económica en este punto radica en que sale más barato pagar la cuota de aprendizaje (una especie de penalidad que se le cobra a las empresas obligadas a contratar aprendices cuando no lo hacen, la cual es de 1,5 salarios mínimos) que contratarlos con esos beneficios.
Artículo 25: En este se aborda la monetización de los aprendices del SENA, la propuesta de la ponencia es que estos reciban el 75 % de un salario mínimo en su etapa lectiva, y el 100 % en su etapa práctica.
Artículo 37: el denominado trabajo a tiempo parcial es una forma de empleo contemplada en la ponencia. El espíritu de esta es permitir que los trabajadores que no alcanzan a laborar una jornada completa (8 horas al día y 42 a la semana) y que devengan menos de un salario mínimo puedan hacer aportes parciales a salud, pensión y riesgos laborales. Expertos consultados por este medio consideran que ese sería un gran avance para mitigar la informalidad. Los críticos de la medida, como las centrales obreras, argumentan que eso es trabajo por horas, y que abrir esa puerta es permitir que las empresas migren hacia esas formas de contratación, lo que podría traducirse en la precarización de las condiciones laborales.
Artículo 38: La Unidad de Trabajo Especial es un mecanismo que permitiría aportes al sistema de seguridad social, destinado a cubrir los riesgos de la vejez mediante un sistema general de pensiones, para aquellos que devenguen menos de uns salario mínimo. Los puntos a favor y encontra son muy similares a los descritos en el artículo anterior.
Artículos 74 y 75: en estos se habla de la formalización de las madres comunitarias y los manipuladores de alimentos del PAE. La novedad es que se pide la inclusión de jardineros; aunque también hay quienes consideran que la informalidad no debería existir en este tipo de empresas que son contratadas por el Estado.
Artículo 76: Se adoptan mecanismos para facilitar la formalización de los transportadores. Este es un punto que acordó el Gobierno con estos gremios en el paro de septiembre del año pasado.
Artículo 77: derogatorias.
Otros senadores, como Aída Avella, han pedido que se añadan artículos como el de la afiliación cotizada y subsidiada al SISBÉN. Con esto se impediría que una persona pierda su afiliación al SISBÉN cuando sea empleada, ya que cuando esté desempleada estaría en el subsidiado y cuando esté trabajando estaría en el cotizado.
En la mañana de este jueves se continuará con la discusión en la plenaria del Senado.
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