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¿Puede la inteligencia artificial devolvernos la voz de una leyenda sin apagar su alma? Juan Fernando Velasco se atreve a responder con Julio Eterno, un ambicioso y conmovedor proyecto discográfico que une su voz con la de Julio Jaramillo en una serie de duetos que cruzan el tiempo, el espacio y la emoción.
El disco, producido por el colombiano Andrés Castro y mezclado por Curt Schneider, es mucho más que un homenaje: es un acto de amor artístico que utiliza herramientas de IA para aislar, restaurar y reimaginar las grabaciones originales del ícono ecuatoriano. Así, dos generaciones se encuentran en un diálogo musical que honra el pasado y lo proyecta hacia el futuro.
“Este no es solo un homenaje, es un acto de amor que une lo mejor del pasado con lo mejor del presente”, afirma Velasco. La idea de Julio Eterno nació durante la gira En Primer Plano (2024), cuando el equipo del cantante comenzó a explorar nuevas posibilidades tecnológicas para colaborar con artistas que ya no están físicamente. Ante la ausencia de grabaciones multipista, recurrieron a inteligencia artificial avanzada para lograr una limpieza vocal detallada, preservando la calidez y la esencia de Jaramillo.
El primer sencillo, Cinco Centavitos, es el corazón emocional del álbum. Compuesto por Héctor Ulloa, el bolero retrata, con desgarradora honestidad, el precio del amor. El videoclip —dirigido por Durán y rodado en las ciudades de Quito, Guayaquil y Cuenca— imagina un Ecuador donde Velasco y Jaramillo caminan juntos por calles, puentes y memorias compartidas. “Buscamos que el legado del ‘Ruiseñor de América’ llegue aún más lejos, gracias a la tecnología, el arte y el corazón”, dice Velasco.
El respaldo de la familia de Julio Jaramillo no solo legitimó el proyecto, sino que abrió la puerta a futuras experiencias inmersivas, como videos especiales, apariciones holográficas y una gira que podría llevar este encuentro imposible al escenario, donde carne, hueso y bits convivan.
Julio Eterno reúne cinco piezas esenciales del cancionero latinoamericano:
- “Cinco Centavitos”
- “Ódiame”
- “Rondando tu Esquina”
- “Nuestro Juramento”
- “No me Toquen ese Vals”
La producción encuentra un delicado equilibrio entre lo acústico y lo contemporáneo, sin perder la esencia tradicional. Figuras internacionales como el baterista Aaron Sterling, junto a talentos ecuatorianos como Navijio Cevallos, aportan una sonoridad que es a la vez global y profundamente local.
Más que un disco de versiones, Julio Eterno es una tesis musical sobre la memoria, la identidad y la capacidad de la tecnología para conectar almas a través del tiempo. Una obra que, con respeto y valentía, vuelve a darle voz al más grande ícono de la música ecuatoriana.