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La salsa está de luto tras conocerse el fallecimiento de Kent Gómez, destacado pianista, arreglista y compositor de la salsa dura, quien murió este miércoles en Miami a los 77 años. “Con el dolor de mi alma y mi corazón les aviso que el amor de mi vida, Kenny, falleció hoy”, escribió su esposa Zoé Álvarez en su cuenta de Facebook.
Gómez nació el 14 de agosto de 1947 en Manhattan, Nueva York. Su padre era puertorriqueño, y su madre, griega. Desde pequeño mostró una gran afinidad con la música, y con el tiempo, se convirtió en uno de los pioneros del sonido salsero neoyorquino durante la segunda mitad del siglo XX. Su talento natural al piano, sumado a una sensibilidad única para los arreglos y la composición, lo posicionaron como figura central en la evolución del género.
En 1968 alcanzó la fama con el emblemático álbum My Ghetto, lanzado bajo el sello MIO International. Este disco no solo marcó el inicio de su éxito internacional, sino que también dejó huella con temas como “Mi son”, “Los molestosos”, “Mi Puerto Rico” y el instrumental “My Ghetto”, que se convirtió en un himno en las barriadas salseras, especialmente en ciudades como Barranquilla.
A lo largo de su carrera, Kent Gómez colaboró con grandes íconos de la salsa, entre ellos Tony Pabón, Willie Colón, Héctor Lavoe y el dúo Hansel & Raúl. Su versatilidad lo llevó a trabajar con agrupaciones como Kako y su Orquesta, La Suprema, Orquesta Calle Ocho y Orquesta Creación 75, consolidando su influencia en la escena latina de Nueva York y más allá.
Su estilo se caracterizaba por arreglos complejos, improvisaciones virtuosas al piano y una fuerte conexión con las raíces afrocaribeñas, lo que lo convirtió en un referente para generaciones posteriores.
Kent Gómez vive en los vinilos, emisoras y pistas de baile donde su música sigue sonando como testimonio de una época dorada. Su partida deja un vacío en la música latina, pero también una huella imborrable para los amantes de la salsa.