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Como un camino para eliminar el hambre en la primera infancia y disminuir las muertes por desnutrición de los niños niños y niñas de cinco años, el derecho humano a la alimentación fue incluido entre los ejes del Plan Nacional de Desarrollo: Colombia, Potencia de la Vida 2022-2026.
Hacia ese norte, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) avanza en la consolidación de políticas para garantizarles a los niños y niñas este derecho universal, bajo el principio del reconocimiento de los saberes y prácticas alimenticias de las familias, comunidades y territorios.
En esta línea se han adelantado diálogos en varias regiones del país para recoger no solo las necesidades, sino también las propuestas ciudadanas encaminadas a reducir la desnutrición de la primera infancia, labor que ha contado con el apoyo de otras entidades del Estado y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Como resultado de estas acciones y a partir de las estrategias que se están implementando, para garantizar los derechos de la niñez y la adolescencia vinculada a los servicios de educación inicial y protección, el instituto ofrece alimentación a cerca de 2,5 millones de niños en el territorio nacional, por medio de raciones para consumo durante la prestación del servicio o la atención. Adicionalmente, la entidad entrega alimentos para preparar en casa a mujeres gestantes e infantes con riesgo de desnutrición.
Particularmente frente a la desnutrición, entre enero y septiembre de este año, 18.327 niños y niñas de cinco años se han recuperado nutricionalmente, 2.632 de ellos en el departamento de La Guajira.
Según el ICBF, a través de Unidades de Búsqueda Activa se focalizan y realizan tamizajes nutricionales para evaluar el estado de niños y mujeres gestantes con bajo peso, con el fin de realizar una intervención articulada con el Ministerio de Salud. En esta vigencia han sido identificados 50.521 casos.
En materia de prevención de la desnutrición, esta entidad cuenta con la estrategia “1.000 Días para cambiar el mundo”, a través de la cual se han atendido 60.286 niños y niñas por medio de acciones pedagógicas para fortalecer las capacidades familiares, con el propósito de mejorar sus condiciones de salud y nutrición.
Sumado a esto, en los Centros de Recuperación Nutricional se han desarrollado acciones de alimentación, suministro de complementos nutricionales y promoción de la salud a más de más de 900 niños niños y niñas de cinco años que no presentan complicaciones médicas.
“Como complemento de estas acciones, el ICBF ha distribuido, en los primeros diez meses de 2023, 14.962 toneladas de alimento de alto valor nutricional, 12.500 de ellas corresponden a Bienestarina Más, 2.226 a Bienestarina Líquida (10′499.934 unidades de 200 ml cada una) y 236 toneladas de alimento para la mujer gestante y madre en período de lactancia”, indican.
Como parte de las acciones hacia la soberanía alimentaria, se avanza en la investigación y el desarrollo de nuevos alimentos nutritivos que estén alineados con la producción y cultura alimentaria local, a fin de posicionar la estrategia de alimentos de alto valor nutricional como un eslabón clave en la contribución a la garantía del derecho humano a la alimentación.
De acuerdo con la institución dirigida por Astrid Cáceres, trabajan en el análisis de la composición de materias primas como sacha inchi, yuca, chontaduro, trupillo, arroz, plátano y ahuyama, entre otras. Así mismo, en el diseño de prototipos de nuevos alimentos, los cuales serán objeto de análisis como evaluaciones sensoriales, pruebas de comportamiento en diferentes preparaciones, estudios de estabilidad y vida útil, que garanticen todas las condiciones de calidad e inocuidad.
“Con innovación, el país puede producir alimentos con alto valor nutricional desde las regiones para impulsar las compras locales y la nutrición de los niños como ejes de transformación encaminada a garantizar el derecho humano a la alimentación y la soberanía alimentaria en el territorio nacional”, concepto que surgió en 1996 en el marco de la Cumbre Mundial de la Alimentación de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Planteamiento que va en la misma línea de la postura del presidente Gustavo Petro, quien afirmó que “Colombia debe y puede gozar de soberanía alimentaria para que el hambre sea cero”.