{ "@context": "https://schema.org", "@type":"Organization", "name":"El Espectador", "url":"", "logo":{ "@type":"ImageObject", "url":"/pf/resources/images/favicons/favicon-EE-152.png?d=1053", "width":"300" }, "Point": { "@type": "Point", "telephone": "018000510903", "Type": "Servicio al cliente" }, "sameAs":[ "https://www.facebook.com/elespectadorcom", "https://twitter.com/elespectador", "https://www.instagram.com/elespectador/", "https://www.youtube.com//Elespectadorcom?sub_confirmation=1" ]}
Publicidad

Temblor político

Blanca Inés Durán
12 de junio de 2025 - 05:05 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

El atentado que sufrió Miguel Uribe es el triste recuerdo de que no hemos logrado sacar la violencia de la política colombiana, y es el campanazo de alerta que necesitamos todos como sociedad para desarmar la palabra y bajarle a la polarización.

Este atentado a Miguel Uribe, del cual espero que se recupere para que continúe su carrera política, y envío toda mi solidaridad a su familia, tiene el potencial de desatar una nueva ola de violencia política en el país, similar a la que vivimos quienes crecimos durante las décadas de los años 80 y 90 y que nos llevó al borde de ser una “República fallida”.

Sin embargo, Colombia ya no es la misma de esas décadas del siglo pasado. Los enemigos de la paz y la democracia tienen motivaciones y objetivos diferentes. Además, hoy tenemos otro agravante: las nuevas tecnologías de información y desinformación, que indudablemente han profundizado la polarización política que nos está empujando a esta nueva espiral de violencia.

En los meses en que llevo escribiendo esta columna, he argumentado que las posiciones extremas siempre llevarán a la polarización; y la polarización, como lo explican los premios nobel de Economía Daron Acemoglu y James Robinson, es un factor que saca a las naciones industrializadas del camino del desarrollo económico y social, y evita que las naciones en vía de desarrollo puedan entrar en ese “estrecho corredor”.

Lo que hagamos a partir de este atentado será fundamental para evitar que los violentos logren su objetivo, esto es, que nos empuje a una espiral de violencia. Para contenerlos, debemos cerrar filas para profundizar la democracia y que, como nación y como república, salgamos fortalecidos de esto.

Lo primero que debe suceder es una investigación seria, rápida y efectiva por parte de las autoridades, que nos lleve a conocer quiénes fueron los autores intelectuales de este hecho. Por experiencias anteriores sabemos que las investigaciones en casos de tal magnitud se quedan en la judicialización de los autores materiales del crimen, sin llegar a esclarecer por décadas quién y por qué intentan matar a un candidato. No podemos permitir que este sea el caso, las autoridades deben resolver de manera pronta y eficiente, sin cortinas de humo ni desviaciones, hasta llegar a todos los responsables de este hecho repudiable.

Por otra parte, en medio de la ola de teorías de la conspiración que han llegado a proponer hipótesis ridículas, como por ejemplo un “autoatentado”, y del oportunismo político para sacar provecho electoral de esta tragedia, es necesario escuchar las voces de sensatez en medio del ruido. Los gritos que culpan a uno y a otro del atentado no nos ayudan a bajar el tono violento con el que los políticos se están comunicando.

“Propongo a todos los partidos políticos de Colombia una reunión de urgencia para que en conjunto rechacemos la violencia en la política y acordemos medidas para defender la democracia”, trinó muy acertadamente María José Pizarro.

Este es el llamado que deben atender tanto los partidos como los líderes políticos.

Solo de esta manera podremos evitar que este atentado se convierta en una justificación de violencia política tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda. La mesura, la capacidad de diálogo en medio de la diferencia y de llegar a compromisos para alcanzar logros colectivos es el verdadero camino.

Nosotros, la ciudadanía, también tenemos una responsabilidad, no seguir difundiendo noticias falsas que buscan llenarnos de miedo y parálisis, bajarle el tono al debate político para lograr debatir nuestras ideas con pasión, pero sin agresividad, apoyar a nuestros candidatos y sus propuestas, en medio del respeto y la empatía.

La ciudadanía colombiana tiene muchos dolores, muchas tragedias acumuladas que nos han llenado de rabia y resentimiento, no sabemos tramitar nuestras diferencias y en algunos casos sólo queremos venganza. En medio de este nuevo dolor, invito a todas las personas a sanar esas heridas, a buscar la reconciliación, a construir un país posible. Yo tengo 53 años y pensé que no volvería a ver un atentado contra un candidato presidencial. No podemos retroceder, en nuestras manos está la democracia.

Blanca Inés Durán

Por Blanca Inés Durán

Bogotanóloga, ingeniera industrial y gestora pública.
Conoce más

Temas recomendados:

 

Mar(60274)Hace 23 horas
Pues si se recuperara ojalá que cambiara su discurso de armar a la gente sobre todo a esos estratos 20 para que salgan a matar pobres que luchan por sus derechos.
Mario OROZCO G.(16018)12 de junio de 2025 - 04:59 p. m.
Excelente columna.
David Valencia Cuellar(0vhxw)12 de junio de 2025 - 04:49 p. m.
La extrema derecha colombiana no se va a deshacer de sus odios.... Volverán los paras uribistas, los falsos positivos..... Las masacres....
Manuel Gilberto Rosas diaz(85839)12 de junio de 2025 - 03:21 p. m.
Si no desarmanos nuestros odios y los tornamos en colaboración y fines productivos para que nuestro pais crezca unido, podemos caer en la misma etapa de guerrillas y confrontaciones de los años 90s.Y es ahí cuando los pocos violentos se vuelven radicales y el país sentirá inseguridad permanente. Eso no puede volver a ocurrir y las autoridades tienen que enfrentar lo ocurrido uniéndose con la población mayoritaria que trabaja y estudia y dejar fuera a los partidarios de la anarquia
  • Mar(60274)Hace 23 horas
    Se le olvidan los paramilitares. ¿Memoria selctiva?
carlos olivares(23084)12 de junio de 2025 - 01:09 p. m.
Oportunismo,salir a declarar, cariacontecifos,al momento, culpa de Petro. Lo del auto atentado no me suena,pero que los dueños del poder, urinarcoparamilitares, sacrifiquen un peón,no es descabellado. Según videos, afortunadamente muchos,muestran mucha manipulación del arma,del niño sicario,silencios raros, declaraciones libretistas,etc,esa hipótesis no se descartaría,tal vez la manipulen,pero.......
  • Mar(60274)Hace 23 horas
    Claro José, con el atentado a Miguel Uribe, lo más rancio del uribismo, como son las Cabal, Paloma, Andrés Guerra y Psola Holguín, se quedaban a un molesto contrincante y le complicaban más el panorama a Petro, mejor imposible. Ese partido lleva el asesinato en la sangre y que dé gracias que sus compas no lo mandaron a descuartizar a punta de motosierra, claro, eso hubiera sido demasiado obvio.
  • Jose Dulcey(91028)12 de junio de 2025 - 04:15 p. m.
    Si un niño pobre porta una pistola carisima, tiene que haber un rico que la traspase.Lei que Miguel Uribe estorbaba a otros candidatos de derecha mirados con màs cariño por ciertos ricos
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar