Reconocer errores en política suele ser un tabú porque supone un alto costo para las ambiciones de poder, el problema es que eso puede engendrar violencia política. Para un diálogo entre sectores radicalizados con visiones contrapuestas, es preciso generar varias condiciones, y una de las más importantes es que cada parte asuma sus fallas. Si el propósito es, una vez más, moderar el tono de la confrontación política en Colombia, el primer paso de lideresas y líderes políticos debe ser itir sus equivocaciones sin el temor de estar dando ventaja.
Suena ilusorio, pero es lo que suele ocurrir en las sociedades luego de que tocan...

Por Daniel Ruge Chamucero
