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‘Blackfacing’ en la ópera: es tiempo de evolucionar

Laura Galindo
13 de junio de 2025 - 05:05 a. m.
“El Teatro Metropolitano de Medellín presentó la ópera (...) Aída estuvo interpretada por una mujer blanca en blackfacing”: Laura Galindo
“El Teatro Metropolitano de Medellín presentó la ópera (...) Aída estuvo interpretada por una mujer blanca en blackfacing”: Laura Galindo
Foto: Cortesía - CinecoAlternativo
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Aída, la ópera de Giuseppe Verdi, es un triángulo amoroso digno de cualquier melodrama. En plena guerra militar, los egipcios capturan a una princesa etíope y la convierten en su esclava. Ella y Radamés, el capitán del ejército, se enamoran y comienzan un idilio que, desde luego, está prohibido porque son de bandos contrarios. ¡Traición! A eso se suma que Amneris, la hija del rey de Egipto, quiere casarse con Radamés, se da cuenta de todo y le hace la vida imposible a la pobre Aída.

La ópera fue estrenada en El Cairo en 1871 y, por mucho tiempo, Aída fue interpretada por cantantes blancas con la cara pintada de negro, algo que en este momento se conoce como blackfacing. Las razones eran simples: faltaba un siglo para que comenzara a legislarse en contra del racismo, solo los blancos tenían a las artes de la ‘alta cultura’ y, por lo tanto, no había cantantes negras.

Esas leyes ya existen, el mundo ha evolucionado, la lucha contra la discriminación es una empresa diaria y el blackfacing está prohibido en países como Estados Unidos por considerarse una practica ofensiva y ridiculizante. Aun así, Aída con la cara pintada de negro sigue apareciendo en los escenarios. En el 2022, el Festival de ópera de verano, en Verona, maquilló a Anna Netrebko, una soprano muy rusa y muy blanca, para que pudiera convertirse en la princesa etíope. Angel Blue, soprano negra estadounidense, también parte del elenco de La Traviata en el mismo Festival, sentó su voz de protesta y prefirió no participar.

Hace una semana volvió a pasar: el Teatro Metropolitano de Medellín presentó la ópera de Giuseppe Verdi. Fue un trabajo en equipo en el que se unieron dos orquestas, tres coros y varios músicos invitados, nacionales e internacionales. Aída estuvo interpretada por una mujer blanca en blackfacing. Prolírica, la fundación responsable del montaje, argumentó un respeto por la tradición interpretativa de la obra. Una respuesta muy similar a la que dio la Arena de Verona en su momento.

Es cierto que existen las interpretaciones académicamente informadas, como se llaman en la academia los montajes respetuosos de la tradición. Pero se trata de tocar a Couperin en clavecín, por ejemplo, o a hacer música barroca con una viola da gamba. Son aspectos musicales específicos que influyen en el carácter y el sonido de las piezas. Pintar la cara de Aída simplemente perpetúa estereotipos racistas a través de símbolos.

¿Cuál es la solución, entonces? Ya la dieron las mismas intérpretes. En el 2019, Tamara Wilson se negó a pintarse la cara para interpretar el papel y lo hizo sin maquillaje. Jamie Barton –que sí lo hizo– se disculpó y reconoció su error. Las opciones son sencillas y apelan al sentido común, sobre todo teniendo en cuenta que en ninguna parte del libreto se especifica el color de la piel de los personajes.

@LauraGalindo

Laura Galindo

Por Laura Galindo

Periodista musical y cultural. Pianista de la Universidad Javeriana, magíster en piano de la Universidad Eafit, magíster en periodismo de la Universidad de Los Andes y MFA en Creative Writing de la New York University -NYU-. Editora cultural y presentadora en RTVC Noticias, de Señal Colombia.
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Edgar Salamanca(40706)Hace 1 hora
Lo comparto totalmente.
Eduardo Sáenz Rovner(7668)13 de junio de 2025 - 07:56 p. m.
Bueno, supongo que le echarán la culpa a Al Jolson por su papel protagónico en The Jazz Singer (1927). Jolson nació en Lituania y era judío, cosa que la columnista no sabe y que, por supuesto, no le perdonaría.
Melibea(45338)13 de junio de 2025 - 05:27 p. m.
Estoy muy de acuerdo con su crítica.Como si el color de piel influyera para la creación .
Mar(60274)13 de junio de 2025 - 02:25 p. m.
¿Y por qué en vez de hacer todos esos malabares tan poco éticos, no contratan a una cantante negra?
  • Mar(60274)Hace 21 horas
    ¿O será racismo, Gines?
  • Gines de Pasamonte(86371)13 de junio de 2025 - 03:28 p. m.
    Las cantantes negras son escasas, Mar, o están fuera del presupuesto, en el caso de operas montadas en Colombia.
Atenas (06773)13 de junio de 2025 - 02:15 p. m.
Esta cosita es otra de las q’ se va por entre las ramas con su manida costumbre de presentarse como celebérrima conocedora de diversos quehaceres; mas se le van las luces y nada ve o discierne con las infamias de sus camaradas. Atenas.
  • osvito(10170)Hace 21 horas
    Es de Alta cultura esta muchacha y además sabe QUE A LA GENTE CULTA SE RESPETA Y NO SE LEVANTAN CALUMNIAS, eso no lo hace los baja cultura y sin argumentación conocida
  • Atenas (06773)13 de junio de 2025 - 08:19 p. m.
    Y como de costumbre, Quico, editorializa con sus ya conocidas sandeces, pues pa efectos míos qué me puede importar q' esta abyecta opinadora sea pianista si ese no es el punto en cuestión más allá de reiterarme en q' su hipocresía es proverbial, pues siendo mujer resulta claro q' le importa un higo q' sus camaradas sean machos cabrios y matones de mujeres. Luego, ¿de qué le sirve tan supuesta erudición si se arrodilla ante sus jefes q' violentan congéneres? Atenas.
  • Gines de Pasamonte(86371)13 de junio de 2025 - 03:50 p. m.
    Corrijo: "lo tuyo son las vaselinas". Ya me imagino la fiesta, la epifanía del atorrante por este error, jajajaja.
  • Gines de Pasamonte(86371)13 de junio de 2025 - 03:27 p. m.
    ¡Ay, atenitas! ¡Atorrante como el que más! Tu misoginia e irrespeto te definen. ¿Por qué opinas sobre algo que desconoces, si lo yuyo son la vaselinas, sodomías y afines, viejecito mariposón? Para tu información, tontarrón, la periodista es pianista y está metida en el “paseo” de la música culta. ¿Y tú? Lo único que conoces de música es “mis harapos” y el reguetón. ¡Te estabas demorando en embarrarla! ¡Sorry, escudero imbécil!
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