Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La serie Adolescencia nos ha puesto a hablar de los «incels», acrónimo de la expresión en inglés «involuntary celibate» («célibe involuntario», en español). «Se utiliza para referirse a personas, especialmente hombres, que forman parte de una comunidad en línea que, por causas ajenas a su voluntad, no logran mantener relaciones sexuales», documentaba la Fundéu ya desde 2018. Sobre su uso pueden surgir varios interrogantes.
Al respecto, la Real Academia de la Lengua ha señalado, quizá de forma innecesaria, que el acrónimo que correspondería en español es «célin», por la unión entre «célibe» e «involuntario»; sin embargo, a renglón seguido ha reconocido que no se ha documentado el uso de esa abreviación (por eso creo que el simple hecho de plantearla es innecesario).
En todo caso, estamos ante un escenario similar al que se nos presenta con términos como «millennial» o «centennial» (de los que hablamos hace algunas semanas). La palabra «incel» (documentada como sustantivo ya lexicalizado en los diccionarios en inglés) podría adaptarse con esa misma grafía en español, con una pronunciación aguda. Si la pronunciación es grave, deberíamos optar por «íncel», que sería una palabra igualmente bien formada. El plural, no obstante, puede ser el desafío. Como se sabe, un plural como este debería formarse con «-es» al final: «inceles» o «ínceles». Si resulta forzado, se puede optar (como recomienda la RAE, por cierto) por mantenerlo como un extranjerismo crudo: «incel» e «incels», marcados entre comillas o con cursiva.

Por María Alejandra Medina Cartagena, Gazapera
